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miércoles, 15 de junio de 2011
martes, 7 de junio de 2011
lunes, 30 de mayo de 2011
La Propaganda Nazi.
MIRAD ESTO!!
Este es Un tema que me a gustado mucho el tema de la Publicidad!
Este es Un tema que me a gustado mucho el tema de la Publicidad!
Los 11 principios de la propaganda Nazi.
De todos es sabido que los nazis fueron los precursores de la propaganda, aunque los americanos pronto aprendieron a usarla a su favor.
El padre de esta ciencia fue Joseph Goebbels, ministro de propaganda en el gobierno de aquel entonces, y una de las personas más poderosas en el entorno de Hitler.
Goebbels era un genio de la propaganda. Unos famosos principios impulsaron su trabajo. Todavía son usados hoy en día como herramienta propagandítica. Son estos:
1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.
2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraiguan”.
4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5. Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
6. Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9. Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10. Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando una falsa impresión de unanimidad.
martes, 24 de mayo de 2011
La Conversion del imperio Romano al cristianismo.
La conversion Del Imperio Romano
La situación religiosa en el imperio romanoLa decadencia política, social y económica del imperio estuvo acompañada por el relajamiento moral y la desintegración religiosa. Algunos romanos volvieron a adorar con renovado fervor a sus antiguos dioses: Júpiter, Marte, Minerva. Otros buscaron consuelo en la filosofía griega, ante todo, en el estoicismo que enseñaba que el hombre debía conformarse con su destino por injusto e incomprensible que pareciese. Muchos se entregaron a los misteriosos cultos orientales: el culto de la diosa egipcia Isis y la adoración del dios persa Mitras cuyo símbolo era el toro. Estos cultos prometían la resurrección y una vida de eterna felicidad. En todo el imperio se impuso como culto oficial la adoración del emperador divinizado. Pero ninguno de estos sistemas y ritos pudo dar una respuesta a la angustiosa pregunta por el sentido de la existencia y el fin último de la vida humana.
Jesús y el cristianismo:
Jesús nació durante el gobierno de Augusto en el pequeño pueblo de Belén en Judea. Algunos decenios antes, Pompeyo había hecho tributaria a Judea. Luego los romanos impusieron al rey Herodes, quien dejó triste fama como tirano. Finalmente Judea fue hecha provincia, siendo administrada por gobernadores romanos.
A los 30 años de edad Jesús abandonó su hogar y empezó a predicar la Buena Nueva del Reino de Dios, de la salvación eterna y del amor al prójimo. Acompañado por doce fieles discípulos, los apóstoles, recorrió durante 3 años los campos y pueblos de Palestina.
Durante largos siglos los profetas habían anunciado que algún día Dios enviaría a un Mesías, para crear un nuevo reino de Israel. Muchos judíos creyeron que Jesús era, efectivamente, el tan esperado Mesías, pero vieron en él un dirigente político que los dirigía en la lucha contra los romanos para recuperar su independencia y establecer un poderoso reino terrenal. Mas, Jesús no pensaba en una rebelión política, sino en una liberación moral y espiritual. Muchos judíos se desilusionaron y se volvieron contra él. Jesús fue condenado y entregado a las autoridades romanas. El procurador Poncio Pilato lo hizo morir en la cruz.
El Edicto de Milán, el fin de las persecuciones:
El emperador Constantino continuó la obra de transformación del poder imperial iniciada por Diocleciano, complementando las reformas administrativas esbozadas por su antecesor. Pero si en materia política Constantino mantuvo el rumbo de Diocleciano, no sucedió lo mismo en materia religiosa: lejos de perseguir con saña al cristianismo, para eliminarlo, proclamó oficialmente, por el edicto de Milán (313), la tolerancia para la religión cristiana.
Desde el principio de su reinado, Constantino varió fundamentalmente la política tradicional anticristiana del imperio romano. En efecto, al año apenas de ascender al trono, promulgó el edicto de Milán (313), por el cual se establecía la tolerancia para la religión cristiana.
El edicto de Milán estableció una amplía tolerancia religiosa expresada en los términos siguientes: "Hemos resuelto acordar a los cristianos y a todos los demás la libertad de practicar la religión que prefieran, a fin de que la divinidad que reside en el cielo, sea propicia y favorable, tanto a nosotros como a los que viven bajo nuestro dominio. Nos ha parecido un sistema muy bueno y muy razonable no rehusar a ninguno de nuestros súbditos, sea cristiano o pagano, el derecho de practicar la religión que mejor le convenga. De ese modo, la Divinidad suprema, que cada uno honrará libremente, podrá acordarnos su favor y su benevolencia acostumbrados. Es digno del siglo en que vivimos y conviene a la tranquilidad de que disfruta el imperio, que todos nuestros súbditos tengan la completa libertad de adorar al Dios de sus preferencias, y que ningún culto sea privado de los honores que se le deben." El Edicto agregaba luego que los cristianos disfrutarían de los mismos derechos y privilegios que los paganos, y que se les devolverían los bienes que se les habían confiscado durante las persecuciones.
El edicto de Milán señaló el comienzo de una política de constante protección hacia el cristianismo. Constantino le otorgó, poco a poco todas las ventajas de las que hasta entonces habían disfrutado los cultos oficiales del imperio. Eximió de impuestos a los sacerdotes cristianos, porque los paganos poseían ese privilegio, y ayudó a la construcción de numerosas iglesias, de igual modo que se había ayudado siempre a la erección de templos para honrar a los antiguos dioses. Otro de los actos de Constantino, concerniente a la nueva religión, presenta una particular importancia: fue el reconocimiento oficial del domingo, el día del Señor, como día de descanso obligatorio, generalizando, así, para todo el imperio, la práctica de honrar a Dios con un día de descanso, costumbre que antes había sido exclusivamente cristiana.
El reconocimiento, por el emperador, del descanso dominical, benefició especialmente a los esclavos, que hasta entonces trabajaban todos los días de la semana, sin excepción. La decidida protección de Constantino al cristianismo continuó manifestándose durante toda su vida. Sin embargo, Constantino continuó siendo pagano, y mantuvo el titulo de pontífice máximo que le confería la dirección suprema de todos los antiguos cultos tradicionales del imperio. Sólo en sus últimos momentos pareció haberse convertido al cristianismo, haciéndose bautizar.
miércoles, 18 de mayo de 2011
Consecuencias 2 Guerra mundial!
MIRAD ESTO!!
Cifras de pérdidas humanas son impresionante, las mayores que una guerra haya producido en toda la historia. En total se calculan 55 millones, 25 millones de cuales era militares y el resto civiles, sin contar 5 millones de judíos asesinado en el Holocausto ocasionado por los Nazis. Pero esto es sólo una estimación aproximada , las destrucciones de registros civiles por bombardeos aéreos, la confusión provocada por los traslados de población que imposibilita distinguir entre fallecido y desaparecidos y la pérdida de parte de la documentación han impedido un mayor acercamiento a la cifra real de los muertos.
Europa perdió el poder global que conservaba de la guerra. Nació una "bipolaridad" del poder encarnado por dos superpotencias: E.E.U.U. y U.R.S.S. Algunas monarquías cedieron paso a regímenes republicanos: tales los casos de Italia, Yugoslavia, Albania, Rumania y Bulgaria. El "mundo comunista extendió su influencia sobre Europa Oriental y los Balcanes. Se planteó un nuevo conflicto ideológico: por un lado los comunistas y, por otro, las democracias occidentales. Nació la "era nuclear" y, paulatinamente, fue imponiéndose un nuevo "equilibrio del terror".
Cifras de pérdidas humanas son impresionante, las mayores que una guerra haya producido en toda la historia. En total se calculan 55 millones, 25 millones de cuales era militares y el resto civiles, sin contar 5 millones de judíos asesinado en el Holocausto ocasionado por los Nazis. Pero esto es sólo una estimación aproximada , las destrucciones de registros civiles por bombardeos aéreos, la confusión provocada por los traslados de población que imposibilita distinguir entre fallecido y desaparecidos y la pérdida de parte de la documentación han impedido un mayor acercamiento a la cifra real de los muertos.Las víctimas:
El número de muertos (según las cifras más aceptadas) llegó a 50 millones. A esta pavorosa cifra hay que sumar las perturbaciones de los prisioneros, las secuelas de los campos de concentración, la desorganización familiar, el hambre y le esfuerzo de adaptación de los soldados vueltos a ala vida civil.
La destrucción:
Desaparecieron ciudades, vías férreas, carreteras, puentes y plantas industriales, así como se afectaron los campos más fértiles.
Los vencidos:
Alemania debió aceptar la rendición incondicional y los aliados dividieron su territorio en cuatro zonas de ocupación (norteamericana, inglesa, francesa y soviética). La ciudad de Berlín, situada en la zona rusa, también fue dividida en cuatro zonas de ocupación. El Para el conjunto del conflicto de 1939-1945, tanto en Europa como en Asia, las tratado de paz firmado entre los E.E.U.U. y algunos de sus aliados con el Japón, no fue suscripto por la U.R.S.S.
Alemania sufrió el esmantelamiento de su aparato industrial.
Los cambios territoriales:
Austria y Checoslovaquia recuperaron su autonomía. La frontera polaca siguió la línea del Order-Neisse; en consecuencia, Alemania perdió la Prusia Oriental y los territorios ubicados al este de dicha línea. Los aliados de Alemania (Bulgaria, Hungría, Rumania y Finlandia) firmaron tratados de paz con los aliados, imponiéndose las condiciones dictadas por los soviéticos que ocupaban esos países.
Italia perdió su imperio colonial; Trieste fue entregada a una comisión internacional, en tanto que l Venecia Julia pasó a manos de Yugoslavia. Japón perdió sus conquistas. China recuperó Formosa, y la U.R.S.S., Sajalín. Los E.E.U.U., por su parte, ocuparon posiciones estratégicas en el Pacífico, y Corea quedó ocupada por fuerzas norteamericanas y soviéticas.
Los cambios políticos:
Europa perdió el poder global que conservaba de la guerra. Nació una "bipolaridad" del poder encarnado por dos superpotencias: E.E.U.U. y U.R.S.S. Algunas monarquías cedieron paso a regímenes republicanos: tales los casos de Italia, Yugoslavia, Albania, Rumania y Bulgaria. El "mundo comunista extendió su influencia sobre Europa Oriental y los Balcanes. Se planteó un nuevo conflicto ideológico: por un lado los comunistas y, por otro, las democracias occidentales. Nació la "era nuclear" y, paulatinamente, fue imponiéndose un nuevo "equilibrio del terror".La Naciones Unidas: un instrumento creado para servir la paz internacional
martes, 17 de mayo de 2011
La persecucion a los Cristianos.
MIRAD ESTO!!
Desde la segunda mitad del siglo I hasta el año 313 -y después en ciertas provincias- los cristianos en el Imperio Romano fueron perseguidos. En los primeros tiempos las autoridades cristianas no distinguían la doctrina cristiana de la judía. Así el historiador Tácito menciona las revueltas causadas en Roma en tiempo del emperador Claudio "por un tal Cresto", a quien cabe identificar con Cristo, como la causa de la expulsión de los judíos de la ciudad de Roma el año 44. Se suele afirmar que hubo diez persecuciones romanas contra el Cristianismo decretadas por diez emperadores: son las persecuciones de Nerón, Domiciano, Trajano, Marco Aurelio, Septimio Severo, Maximiano, Decio, Valeriano, Aureliano y Diocleciano. En realidad durante todo este periodo el cristianismo fue religión prohibida (religio illicita) y estuvo permanentemente bajo el riesgo de persecución dependiendo de la sensibilidad de los gobernadores provinciales del momento. Durante largas épocas había bastante tolerancia y la Iglesia tenía libertad de actuación, que era interrumpida por algunas detenciones y algunos martirios, lo que obligaba a los cristianos a pasar a la clandestinidad. Las diez persecuciones tradicionales son diez momentos en los que las autoridades centrales iniciaban épocas de persecuciones generalizadas. Con todo, nunca eran seguidas uniformemente por el Imperio: una vez más, el grado de cumplimiento de los decretos persecutorios del emperador dependía de cada gobernador.
Desde la segunda mitad del siglo I hasta el año 313 -y después en ciertas provincias- los cristianos en el Imperio Romano fueron perseguidos. En los primeros tiempos las autoridades cristianas no distinguían la doctrina cristiana de la judía. Así el historiador Tácito menciona las revueltas causadas en Roma en tiempo del emperador Claudio "por un tal Cresto", a quien cabe identificar con Cristo, como la causa de la expulsión de los judíos de la ciudad de Roma el año 44. Se suele afirmar que hubo diez persecuciones romanas contra el Cristianismo decretadas por diez emperadores: son las persecuciones de Nerón, Domiciano, Trajano, Marco Aurelio, Septimio Severo, Maximiano, Decio, Valeriano, Aureliano y Diocleciano. En realidad durante todo este periodo el cristianismo fue religión prohibida (religio illicita) y estuvo permanentemente bajo el riesgo de persecución dependiendo de la sensibilidad de los gobernadores provinciales del momento. Durante largas épocas había bastante tolerancia y la Iglesia tenía libertad de actuación, que era interrumpida por algunas detenciones y algunos martirios, lo que obligaba a los cristianos a pasar a la clandestinidad. Las diez persecuciones tradicionales son diez momentos en los que las autoridades centrales iniciaban épocas de persecuciones generalizadas. Con todo, nunca eran seguidas uniformemente por el Imperio: una vez más, el grado de cumplimiento de los decretos persecutorios del emperador dependía de cada gobernador.
Este es el detalle de las diez persecuciones:
Primera persecución, bajo Nerón, alrededor del año 64: A Nerón el pueblo le atribuyó el incendió Roma; para escapar a la ira de la población, se le ocurrió culpar a los cristianos de este crimen. Fueron detenidos los cristianos de Roma y muchos fueron crucificados en el monte Vaticano, en las cercanías de Roma. San Pedro y san Pablo murieron en esta persecución.Segunda persecución, bajo Domiciano, alrededor del año 95: Este emperador tuvo fama de cruel y tirano en vida.Tercera persecución, bajo Trajano, alrededor del año 107: El papa san Clemente fue una de sus primeras víctimas; Simeón, segundo obispo de Jerusalén, fue crucificado; san Ignacio, obispo de Antioquía, fue arrojado a los leones en el anfiteatro de Roma.Plinio el Joven, gobernador de la provincia de Bitinia, envió al emperador Trajano un excepcional informe acerca de los cristianos, en el cual decía: «Se reúnen en ciertos días antes del amanecer para cantar himnos de alabanza en honor a Cristo, su Dios; toman juramento de abstenerse de ciertos crímenes y comen de un alimento corriente pero inocente» (presumiblemente alude a la comunión eucarística).Esta persecución continuó bajo Adriano, quien condenó a santa Sinforosa y a sus siete hijos a la muerte. Profanó los lugares sagrados de Jerusalén, y erigió estatuas de dioses paganos en el lugar del calvario y sobre el sepulcro de Jesucristo.Cuarta persecución, bajo Marco Aurelio, cerca del año 167: San Policarpo, discípulo de san Juan y obispo de Esmirna, sufrió martirio en la hoguera a los 86 años de vida. La persecución fue muy dura en Lyon y Vienne (Francia), donde fueron martirizados san Potino, primer obispo de Lyon, y Blandina, un joven esclavo.Quinta persecución, bajo Septimio Severo, alrededor del año 202.: A pesar de que este emperador había sido curado por un cristiano, se volvió en contra de ellos. San Clemente de Alejandría dijo de esta persecución: «Todos los días se queman y crucifican mártires antes nuestros ojos». San Ireneo sufrió en Lyon, santa Perpetua y santa Felicidad en Cártago.Sexta persecución, bajo Maximino, alrededor del año 236: Por razón de muchos terremotos, que los paganos atribuían al olvido de sus dioses, se demandó otra persecución de los cristianos al grito de «¡Los cristianos a los leones!». Dos papas, Pontiano y Antero, y muchos otros, sufrieron martirio.Séptima persecución, bajo Decio, cerca del año 250: Fue la persecución más sangrienta y sistemática hasta el momento porque quería terminar con la Iglesia matando a sus líderes, por lo que se dirigió especialmente contra los obispos y el clero. El emperador Decio la decretó con la excusa de que el cristianismo y el Imperio romano nunca podrían reconciliarse. Entre las víctimas se encuentran las vírgenes santa Águeda y santa Apolonia.San Cipriano escribió entonces que: «El emperador Decio se había vuelto tan celoso de la autoridad papal que dijo: «Prefiero tener un rival en mi imperio que escuchar de la elección del sacerdote de Dios (san Cornelio) en Roma».Octava persecución, bajo Valeriano, cerca del año 258: En Roma, el papa Sixto II y su diácono, san Lorenzo, fueron martirizados. Cuando se le pidió los tesoros de la Iglesia, san Lorenzo reunió a los pobres y los enseñó a su perseguidor diciendo: «He aquí los tesoros de la Iglesia». San Lorenzo murió asado en una parrilla.En útica, áfrica, 153 cristianos fueron arrojados a las fosas y cubiertos con cal viva.Novena persecución, ordenada por el emperador Aureliano, y que llegó a fin prematuro a causa de la muerte violenta de éste.Décima persecución, bajo Diocleciano, alrededor del año 303: Superó a todas las demás en violencia y crueldad. San Sebastián, tribuno de la guardia imperial, sufrió una muerte lenta al ser ejecutado con flechas. Santa Anastasia, la joven santa Inés de Roma, santa Lucía de Siracusa y muchas otras vírgenes consagradas obtuvieron el laurel del martirio. Santa Catalina, virgen noble y culta de Alejandría que reprochó al césar Majencio por su crueldad contra los cristianos y que refutó a los filósofos paganos de su corte, murió por la espada.
lunes, 16 de mayo de 2011
El bunker De Fürher donde acabo La 2 guerra Mundial
MIRAD ESTO!!
Adolf Hitler supuestamente murió al suicidarse el 20 de Abril de 1945. La causa concreta fue el suicidio por envenenamiento con cianuro y arma de fuego. Este método dual, y otras circunstancias que rodean el acontecimiento, animaron los rumores de que Adolf Hitler podía haber sobrevivido al final de la Segunda Guerra Mundial, y todavía hoy sigue la especulación sobre lo que ocurrió en realidad. La apertura en 1993 de los archivos guardados por la KGB y la FSB rusas confirmó la versión extensamente aceptada de que la muerte de Hitler fue tal y como la describió Hugh Trevor-Roper en su libro "Los últimos días de Hitler" publicado en 1947. Los archivos rusos dieron, sin embargo, nueva luz sobre lo que le pasó al cadáver.
Hitler tomó como residencia el búnker del Führer el 16 de enero de 1945.Antes de finales de abril, las fuerzas soviéticas habían entrado en Berlín y se abrían camino a empujones por el centro de la ciudad, donde estaba localizada la Cancillería. El 22 de abril, Hitler tuvo lo que algunos historiadores más tarde describirían como un colapso nervioso, durante una de sus conferencias militares, admitiendo que el fracaso era inminente y que Alemania perdería la guerra. Expresó su intención de suicidarse y consultó al médico Werner Haase para que le recomendara un método fiable de suicidio. Haase aconsejó combinar una dosis de cianuro con un disparo en la cabeza.
Adolf Hitler supuestamente murió al suicidarse el 20 de Abril de 1945. La causa concreta fue el suicidio por envenenamiento con cianuro y arma de fuego. Este método dual, y otras circunstancias que rodean el acontecimiento, animaron los rumores de que Adolf Hitler podía haber sobrevivido al final de la Segunda Guerra Mundial, y todavía hoy sigue la especulación sobre lo que ocurrió en realidad. La apertura en 1993 de los archivos guardados por la KGB y la FSB rusas confirmó la versión extensamente aceptada de que la muerte de Hitler fue tal y como la describió Hugh Trevor-Roper en su libro "Los últimos días de Hitler" publicado en 1947. Los archivos rusos dieron, sin embargo, nueva luz sobre lo que le pasó al cadáver.
Suicidio
Hitler tomó como residencia el búnker del Führer el 16 de enero de 1945.Antes de finales de abril, las fuerzas soviéticas habían entrado en Berlín y se abrían camino a empujones por el centro de la ciudad, donde estaba localizada la Cancillería. El 22 de abril, Hitler tuvo lo que algunos historiadores más tarde describirían como un colapso nervioso, durante una de sus conferencias militares, admitiendo que el fracaso era inminente y que Alemania perdería la guerra. Expresó su intención de suicidarse y consultó al médico Werner Haase para que le recomendara un método fiable de suicidio. Haase aconsejó combinar una dosis de cianuro con un disparo en la cabeza. Hitler tenía un suministro de cápsulas de cianuro que había obtenido de las SS. Mientras tanto, el 28 de abril, supo de la tentativa de Heinrich Himmler de negociar independientemente un tratado de paz. Hitler consideró esto como una traición y comenzó a mostrar signos de paranoia, expresando su temor porque las cápsulas de cianuro que había recibido de las SS de Himmler fueran falsas. Para verificar la potencia de las cápsulas, ordenó al doctor Haase que se las hiciera tomar a su perro Blondi, y el animal murió.
Después de la medianoche del 29 de abril, Hitler se casó con Eva Braun en una pequeña ceremonia civil, en un cuarto de mapas dentro del complejo del búnker. Antony Beevor declaró que después de recibir un desayuno de boda modesto con su nueva esposa, Hitler llevó al secretario Traudl Junge a otro cuarto y le dictó su última voluntad y testamento. Firmó estos documentos a las 04:00 y luego se retiró para acostarse (algunas fuentes dicen que Hitler dictó su última voluntad y testamento inmediatamente antes de la boda, pero todas las fuentes concuerdan en la hora de la firma).
Hitler y Eva Braun vivieron juntos como marido y mujer en el búnker durante menos de 40 horas. A última hora de la mañana del 30 de abril, con los soviéticos a menos de 500 metros del búnker, Hitler se reunió con el General Helmuth Weidling, comandante del Área de Defensa de Berlín, que le informó de que la guarnición de Berlín se quedaría probablemente sin municiones esa noche. Weidling pidió a Hitler permiso para huir, una petición que le había hecho sin éxito antes. Hitler no contestó al principio y Weidling volvió a su oficina central en el Bendlerblock, donde aproximadamente a las 13:00 horas consiguió el permiso de Hitler para intentar la huida esa noche. Hitler, dos secretarios y su cocinero personal, tuvieron un almuerzo ligero que consistió en espaguetis con salsa ligera, después del cual Hitler y Eva Braun dieron la despedida personalmente a los miembros del personal del búnker y a los inquilinos del mismo, incluso a la familia Goebbels, a Bormann, los secretarios y varios oficiales militares. Alrededor de las 14:30, Hitler y Eva Braun entraron en el estudio personal de Hitler.ht
Algunos testigos más tarde relataron que habían oído un fuerte disparo alrededor de las 15:30. Después de esperar unos minutos, el mozo de cámara de Hitler, Heinz Linge, con Bormann a su lado, abrió la puerta del pequeño estudio. Linge más tarde declaró que él inmediatamente notó un olor a almendras quemadas, una observación común en presencia de ácido prúsico, la forma gaseosa del cianuro. Hitler y Eva estaban sentados en un pequeño sofá, con Eva a la izquierda y Adolf a su derecha. El cuerpo de Eva cayó lejos de Adolf. Hitler parecía haberse dado un tiro en la parte derecha de la cabeza (había una herida de salida hacia la parte superior izquierda de su cabeza) con una Walther PPK, pistola de 7.65 mm que estaba a sus pies. La sangre que goteaba de la cabeza y la barbilla de Adolf había hecho una gran mancha en el reposabrazos derecho del sofá, y manchaba también la alfombra. Eva no tenía ninguna herida física visible, y Linge asumió que se había envenenado.
En 1993, la KGB/FSB hizo públicos los archivos de la autopsia y otros informes de antiguos miembros de la KGB. A partir de ellos, los historiadores alcanzaron un consenso sobre lo que pasó con los cuerpos de Hitler y Braun. Sus cenizas fueron vertidas Al rio Elbe.
miércoles, 4 de mayo de 2011
Las torres Gemelas! Su historia!
MIRAD ESTO!!
El World Trade Center (WTC), fue una urbanización neoyorquina del pleno centro de Manhattan formada por 7 edificios entre los que estaban las famosastorres gemelas de Nueva York de 110 pisos y 417 metros de altura (aunque una era unos 10 m. mayor que la otra). El 11 de Septiembre de 2001 sufrieron el mayor atentado terrorista de la Historia cuando dos aviones de pasajeros fueron secuestrados y en sendos actos suicidas colisionaron con ambas torres, que se incendiaron para acabar colapsándose por su propio peso. Por los temblores delderrumbamiento cayeron otros tres edificios del World Trade Center, dejando a los dos restantes parcialmente derribados. También cayeron otros edificios colindantes y varios más resultaron seriamente dañados. El desastre provocó lamuerte de cerca de 3.000 personas (unos 400 entre bomberos y policias que ayudaban a los civiles momentos antes del derrumbe). Comparemos con el ataque de la aviación japonesa al puerto de Pearl Harbor en Hawaii en Diciembre de 1941 que provocó unos 2.000 muertos y que determinó la entradade EE.UU. en la II Guerra Mundial (1939-1945). Otro avión secuestrado fue estrellado el mismo fatídico día contra el Pentágono (centro militar en Washington) provocando cerca de 200 muertos. Un cuarto avión, que se dirigía supuestamente a la Casa Blanca, cayó en el bosque gracias a la oposición de los pasajeros del mismo, pero no hubo supervivientes. El terrorífico atentado es obra de un extremista islámico, el millonario saudí Bin Laden, afincado en Afganistán, que aseguró que en EE.UU. no podrían vivir tranquilos mientras no pudieran vivir en paz los Palestinos por culpa del apoyo de EE.UU. a la opresiónde Israel contra los palestinos.
Algunos intelectuales han visto el atentado como una crítica al sistema de vida abusivo de los países ricos, con EE.UU. a la cabeza, y especialmente al sentimiento de superioridad de ese país, visto desde los países más pobres, oprimidos directa o indirectamente por el sistema económico. Véase el caso del pueblo Palestino, humillado por Israel, en guerra durante décadas y por lo que Israel ha sido recriminado por la opinión pública mundial, excepto EE.UU., que se ha mantenido siempre como socio de Israel, a quien vende todo tipo dearmas y municiones. Como ejemplo, véase el resultado de la Conferencia Mundial contra el Racismo en Durbam, Sudáfrica, a principios de Septiembre 2001, dondetras las acusaciones de todos los participantes afirmando que el sionismo israelita es una forma de opresión racista, ambos países abandonaron laconferencia de forma conjunta y solitaria.
Por otra parte, el atentado demostró, según muchos ideólogos, lo absurdo del proyecto del "Escudo Antimisiles" que el presidente estadounidense Bush quiere instalar al precio de varios billones de dólares, para pagar a la industria armamentística su apoyo electoral, igual que pagó a la industria del petróleo incumpliendo sus promesas electorales para proteger el Medio Ambiente. El "Escudo Antimisiles" puede evitar que un misil impacte en los EE.UU., pero sus enemigos han demostrado preferir otras tácticas.
Muchas voces, dentro y fuera de EE.UU., se han alzado para condenar todo tipode atentados terroristas, pero también para pedir Justicia y no Venganza. Pues los bombardeos de EE.UU. sobre Afganistán en respuesta a los atentados provocaron más injusticia y más muertes de inocentes. Una misionera españolaen el país vecino Pakistán se preguntaba si un afgano vale para EE.UU. menos que un trabajador de las torres gemelas. La Justicia debe ser, forzosamente, pacífica para que pueda ser llamada así: Justicia.
El World Trade Center (WTC), fue una urbanización neoyorquina del pleno centro de Manhattan formada por 7 edificios entre los que estaban las famosastorres gemelas de Nueva York de 110 pisos y 417 metros de altura (aunque una era unos 10 m. mayor que la otra). El 11 de Septiembre de 2001 sufrieron el mayor atentado terrorista de la Historia cuando dos aviones de pasajeros fueron secuestrados y en sendos actos suicidas colisionaron con ambas torres, que se incendiaron para acabar colapsándose por su propio peso. Por los temblores delderrumbamiento cayeron otros tres edificios del World Trade Center, dejando a los dos restantes parcialmente derribados. También cayeron otros edificios colindantes y varios más resultaron seriamente dañados. El desastre provocó lamuerte de cerca de 3.000 personas (unos 400 entre bomberos y policias que ayudaban a los civiles momentos antes del derrumbe). Comparemos con el ataque de la aviación japonesa al puerto de Pearl Harbor en Hawaii en Diciembre de 1941 que provocó unos 2.000 muertos y que determinó la entradade EE.UU. en la II Guerra Mundial (1939-1945). Otro avión secuestrado fue estrellado el mismo fatídico día contra el Pentágono (centro militar en Washington) provocando cerca de 200 muertos. Un cuarto avión, que se dirigía supuestamente a la Casa Blanca, cayó en el bosque gracias a la oposición de los pasajeros del mismo, pero no hubo supervivientes. El terrorífico atentado es obra de un extremista islámico, el millonario saudí Bin Laden, afincado en Afganistán, que aseguró que en EE.UU. no podrían vivir tranquilos mientras no pudieran vivir en paz los Palestinos por culpa del apoyo de EE.UU. a la opresiónde Israel contra los palestinos.
Algunos intelectuales han visto el atentado como una crítica al sistema de vida abusivo de los países ricos, con EE.UU. a la cabeza, y especialmente al sentimiento de superioridad de ese país, visto desde los países más pobres, oprimidos directa o indirectamente por el sistema económico. Véase el caso del pueblo Palestino, humillado por Israel, en guerra durante décadas y por lo que Israel ha sido recriminado por la opinión pública mundial, excepto EE.UU., que se ha mantenido siempre como socio de Israel, a quien vende todo tipo dearmas y municiones. Como ejemplo, véase el resultado de la Conferencia Mundial contra el Racismo en Durbam, Sudáfrica, a principios de Septiembre 2001, dondetras las acusaciones de todos los participantes afirmando que el sionismo israelita es una forma de opresión racista, ambos países abandonaron laconferencia de forma conjunta y solitaria.
Por otra parte, el atentado demostró, según muchos ideólogos, lo absurdo del proyecto del "Escudo Antimisiles" que el presidente estadounidense Bush quiere instalar al precio de varios billones de dólares, para pagar a la industria armamentística su apoyo electoral, igual que pagó a la industria del petróleo incumpliendo sus promesas electorales para proteger el Medio Ambiente. El "Escudo Antimisiles" puede evitar que un misil impacte en los EE.UU., pero sus enemigos han demostrado preferir otras tácticas.
Muchas voces, dentro y fuera de EE.UU., se han alzado para condenar todo tipode atentados terroristas, pero también para pedir Justicia y no Venganza. Pues los bombardeos de EE.UU. sobre Afganistán en respuesta a los atentados provocaron más injusticia y más muertes de inocentes. Una misionera españolaen el país vecino Pakistán se preguntaba si un afgano vale para EE.UU. menos que un trabajador de las torres gemelas. La Justicia debe ser, forzosamente, pacífica para que pueda ser llamada así: Justicia.
Primera Guerra Mundial (Paz Armada, Crisis Prebélicas, Guerra De Movimientos, Frente Occidental...Etc
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Hacia 1890 Europa vivía en la incertidumbre. La guerra, aunque improbable, parecía posible, y todos los Estados tenían en cuenta en sus cálculos esta eventualidad. Bismarck (imagen) había dejado con gran prudencia gravitar esta amenaza porque servía a sus fines. Además, existían en potencia innumerables conflictos. Francia y Alemania no podían reconciliarse .a causa de Alsacia-Lorena.
Se conoce con el nombre de Paz Armada al período que se inició en 1871 (luego de logradas las unidades italianas y alemanas) y que finalizó en 1914 con el estallido de la Primera Guerra Mundial. Fue una etapa de grandes contradicciones, ya que, si bien hubo pocos conflictos abiertos entre los países europeos, las fricciones internacionales se acrecentaron. La paz era sólo una apariencia bajo la cual la posibilidad de un conflicto bélico mundial crecía día a día.
Tal período se caracterizó, en líneas generales, por aspectos diferentes:
Por un lado, el auge y expansión del imperialismo por el otro la frivolidad de la sociedad europea que abrazaba una vida de lujo y desenfado mientras la situación internacional era cada vez más tensa y peligrosa.
El primero de estos aspectos, acrecentó las fricciones internacionales. Se produjeron una serie de alianzas y contra alianzas que demarcaron los dos grandes grupos que se enfrentarían en la “Gran Guerra”.
Hacia 1890 Europa vivía en la incertidumbre. La guerra, aunque improbable, parecía posible, y todos los Estados tenían en cuenta en sus cálculos esta eventualidad. Bismarck (imagen) había dejado con gran prudencia gravitar esta amenaza porque servía a sus fines. Además, existían en potencia innumerables conflictos. Francia y Alemania no podían reconciliarse .a causa de Alsacia-Lorena.Francia e Italia se habían enzarzado en una verdadera guerra aduanera. Francia e Inglaterra, implicadas en la gran política colonial, parecían dispuestas a entenderse y firmaban en 1890 un importante acuerdo para repartirse el valle del Níger. Pero eran de temer nuevas fricciones. En 1887 Rusia e Inglaterra estuvieron al borde de la guerra a causa del Asia central y de las fronteras de la India. Finalmente, se vislumbraba en el horizonte el nacimiento de una nueva potencia: el Japón.
Pero, en conjunto, el más peligroso de todos los conflictos, el de Austria-Hungría y Rusia a propósito de los Balcanes caía en el olvido. Rusia estaba entonces mucho más interesada en el Extremo Oriente y la doble monarquía no buscaba la expansión. [...].
Durante el período 1891-1904, relativamente tranquilo, se prosiguió y aceleró el reparto de África; se formó, frente a las alianzas alemanas otro sistema que gravitaba en torno a Francia; y sobre todo maduraron las fuerzas susceptibles de aumentar las tensiones, tensiones que, de 1904 a 1914, se harían tan vivas que iban a estallar en sucesivas crisis. La última iba a ser fatal para la paz.
lunes, 28 de marzo de 2011
La Guerra Ruso - Japonesa Y el domingo sangriento
MIRAD ESTO!!
En febrero de 1904 estalló la guerra ruso-japonesa, motivada por dos causas. Por un lado, debido al interés del zarismo de desviar el descontento popular hacia un motivo exterior. El Ministro del Interior, Pleve, había escrito en una carta al Ministro de Defensa poco antes de caer durante un atentado terrorista: “Para evitar la revolución, lo que nos hace falta es una pequeña guerra victoriosa”. Pero también estaban las reales contradicciones entre el interés imperialista del zarismo y el de Japón. Pese a su carácter general atrasado, a su aparato político semi-feudal y al control de su economía por parte de los capitales financieros francés e inglés, el zarismo mostraba ambiciones imperialistas, controlando colonialmente a Polonia, los Estados Bálticos, Finlandia, el Cáucaso, los territorios de extremo oriente y Asia Central. Este interés de control se extendía hacia Turquía, Persia y, especialmente, China. El zar ordena la invasión de Manchuria, en territorio chino, tras lo cual se origina la respuesta japonesa.
Los japoneses consideraron esta ocupación como un intento de bloquearles su expansión hacia el Asia continental. Luego que el partido pro-guerra tomó el control del gobierno japonés en el verano (nuestro invierno) de 1903, Japón estuvo listo para avanzar y atacó la flota rusa en Port Arthur, la cual cayó once meses después, luego de una encarnizada lucha que costó la pérdida de 28.200 soldados rusos.
El “Domingo Sangriento”
La jornada del domingo 9 de enero se venía gestando desde setiembre de 1904, cuando empezó la agitación en las fábricas. La situación se radicalizó con la salida a la huelga de los trabajadores de la fábrica Putílov, a partir del 5 de enero, tendiendo a convertirse en una huelga general. Ese día, los huelguistas eran 26.000; dos días más tarde ya se contaban 105.000; y al siguiente llegaban a 110.000. Las reivindicaciones iban tomando un carácter más político: en la reunión de masas del 5 de enero se votó la convocatoria inmediata a una Asamblea Constituyente, la necesidad de conquistar la libertad política, el final de la guerra y la liberación de los prisioneros políticos. Pese a ello, hasta ese momento los obreros socialdemócratas estaban relativamente aislados e, incluso, tuvieron un fuerte debate sobre si participar o no en la manifestación del 9 de enero, a la cual finalmente decidieron concurrir.
Hay que tener en cuenta que, como forma de contener el descontento obrero, al jefe de policía Zubátov se le había ocurrido crear sindicatos legales que funcionaran, e incluso eligieran comités, bajo la vigilancia policial, y cuyo objetivo fuese realizar actividades sindicales, con un carácter estrictamente económico y apolítico. La paradoja es que el descontento obrero se expresó originalmente en estas organizaciones, que lograron superar su carácter original. Muchos bolcheviques, según plantea el propio Lenin, tuvieron una actitud sectaria negándose a participar en estas organizaciones por considerarlas “zubatovistas”, a pesar que en la organización que dirigía el pope Grigori Gapón –quien luego estará a la cabeza de los acontecimientos del “Domingo Sangriento”- entre sus ocho mil militantes, había obreros que habían pasado por organizaciones socialdemócratas y algunos bolcheviques.
El 9 de enero, cerca de 140.000 personas participaron de la manifestación, realizada frente al Palacio de Invierno; obreros con sus familias, vistiendo sus ropas de domingo y portando íconos eclesiásticos. La petición de los obreros llevada ante el zar por el pope Gapón rezaba: “Soberano, nosotros los obreros, nuestras mujeres y nuestros débiles ancianos, nuestros padres, hemos venido a ti, soberano, para pedir justicia y protección. Estamos reducidos a la miseria, somos oprimidos, abrumados con un trabajo superior a nuestras fuerzas, injuriados, no se quiere reconocer en nosotros a hombres, somos tratados como esclavos que deben sufrir su suerte y callar. Hemos esperado con paciencia, pero se nos precipita cada vez más hacia el abismo de la indigencia, la servidumbre y la ignorancia. El despotismo y la arbitrariedad nos aplastan, nos ahogamos. ¡Las fuerzas nos faltan, soberano! Se ha alcanzado el límite de la paciencia; para nosotros, éste es el terrible momento en que la muerte vale más que la prolongación de insoportables tormentos”.
El zar recibió esta pacífica manifestación con balazos: se cuentan al menos 4.600 personas entre heridas y asesinadas. La magnitud de esta respuesta fue tal que luego de la masacre el propio Gapón denunció al zar y llamó a la “insurrección armada”. El zar Nicolás II fue desde entonces apodado “el sanguinario”. Esa misma noche los obreros se organizan y recorren la ciudad en busca de armas.
El movimiento se extiende rápidamente. Al día siguiente aparecen barricadas en San Petersburgo y el día 17 de enero, 160.000 trabajadores fueron a la huelga en 650 fábricas. La solidaridad crecía en todo el país. Tan sólo en el mes de enero hubo 400.000 huelguistas a nivel nacional. El día 13, en Riga, 60.000 trabajadores organizan una huelga política y unos 15.000 copan las calles en una marcha de protesta. En la región del Cáucaso, el día 12 se inicia una huelga ferroviaria y alcanza carácter nacional. Lenin escribía poco después desde el exilio en Suiza: “La clase obrera ha recibido una gran lección de guerra civil; la educación revolucionaria del proletariado ha avanzado en un día como no hubiera podido hacerlo en meses y años de vida monótona, cotidiana, de opresión. El lema de “¡libertad o muerte!” del heroico proletariado peterburgués repercute ahora en toda Rusia”.
Ante las manifestaciones obreras, el zar respondió nombrando a un burócrata conservador en reemplazo del ministro liberal Svyatopolk-Mirsky y dando poderes ilimitados al represor general Trépov. Pero a su vez debió publicar un manifiesto refiriéndose indirectamente a la necesidad de una constitución y de un órgano de representación popular. Poco después, con el fin de conciliar con la burguesía liberal y frenar el movimiento, impulsa la Comisión Shidlovski, con el objetivo de “investigar las causas del descontento entre las masas”. Los bolcheviques discutieron cual posición debían tomar frente a esta comisión y finalmente decidieron utilizarla como “tribuna” para desenmascarar la maniobra del zarismo, táctica que se demostró correcta, ante la falta de respuestas que dio el régimen a las masas.
En febrero de 1904 estalló la guerra ruso-japonesa, motivada por dos causas. Por un lado, debido al interés del zarismo de desviar el descontento popular hacia un motivo exterior. El Ministro del Interior, Pleve, había escrito en una carta al Ministro de Defensa poco antes de caer durante un atentado terrorista: “Para evitar la revolución, lo que nos hace falta es una pequeña guerra victoriosa”. Pero también estaban las reales contradicciones entre el interés imperialista del zarismo y el de Japón. Pese a su carácter general atrasado, a su aparato político semi-feudal y al control de su economía por parte de los capitales financieros francés e inglés, el zarismo mostraba ambiciones imperialistas, controlando colonialmente a Polonia, los Estados Bálticos, Finlandia, el Cáucaso, los territorios de extremo oriente y Asia Central. Este interés de control se extendía hacia Turquía, Persia y, especialmente, China. El zar ordena la invasión de Manchuria, en territorio chino, tras lo cual se origina la respuesta japonesa.Los japoneses consideraron esta ocupación como un intento de bloquearles su expansión hacia el Asia continental. Luego que el partido pro-guerra tomó el control del gobierno japonés en el verano (nuestro invierno) de 1903, Japón estuvo listo para avanzar y atacó la flota rusa en Port Arthur, la cual cayó once meses después, luego de una encarnizada lucha que costó la pérdida de 28.200 soldados rusos.
El “Domingo Sangriento”
La jornada del domingo 9 de enero se venía gestando desde setiembre de 1904, cuando empezó la agitación en las fábricas. La situación se radicalizó con la salida a la huelga de los trabajadores de la fábrica Putílov, a partir del 5 de enero, tendiendo a convertirse en una huelga general. Ese día, los huelguistas eran 26.000; dos días más tarde ya se contaban 105.000; y al siguiente llegaban a 110.000. Las reivindicaciones iban tomando un carácter más político: en la reunión de masas del 5 de enero se votó la convocatoria inmediata a una Asamblea Constituyente, la necesidad de conquistar la libertad política, el final de la guerra y la liberación de los prisioneros políticos. Pese a ello, hasta ese momento los obreros socialdemócratas estaban relativamente aislados e, incluso, tuvieron un fuerte debate sobre si participar o no en la manifestación del 9 de enero, a la cual finalmente decidieron concurrir.
Hay que tener en cuenta que, como forma de contener el descontento obrero, al jefe de policía Zubátov se le había ocurrido crear sindicatos legales que funcionaran, e incluso eligieran comités, bajo la vigilancia policial, y cuyo objetivo fuese realizar actividades sindicales, con un carácter estrictamente económico y apolítico. La paradoja es que el descontento obrero se expresó originalmente en estas organizaciones, que lograron superar su carácter original. Muchos bolcheviques, según plantea el propio Lenin, tuvieron una actitud sectaria negándose a participar en estas organizaciones por considerarlas “zubatovistas”, a pesar que en la organización que dirigía el pope Grigori Gapón –quien luego estará a la cabeza de los acontecimientos del “Domingo Sangriento”- entre sus ocho mil militantes, había obreros que habían pasado por organizaciones socialdemócratas y algunos bolcheviques.
El 9 de enero, cerca de 140.000 personas participaron de la manifestación, realizada frente al Palacio de Invierno; obreros con sus familias, vistiendo sus ropas de domingo y portando íconos eclesiásticos. La petición de los obreros llevada ante el zar por el pope Gapón rezaba: “Soberano, nosotros los obreros, nuestras mujeres y nuestros débiles ancianos, nuestros padres, hemos venido a ti, soberano, para pedir justicia y protección. Estamos reducidos a la miseria, somos oprimidos, abrumados con un trabajo superior a nuestras fuerzas, injuriados, no se quiere reconocer en nosotros a hombres, somos tratados como esclavos que deben sufrir su suerte y callar. Hemos esperado con paciencia, pero se nos precipita cada vez más hacia el abismo de la indigencia, la servidumbre y la ignorancia. El despotismo y la arbitrariedad nos aplastan, nos ahogamos. ¡Las fuerzas nos faltan, soberano! Se ha alcanzado el límite de la paciencia; para nosotros, éste es el terrible momento en que la muerte vale más que la prolongación de insoportables tormentos”.
El zar recibió esta pacífica manifestación con balazos: se cuentan al menos 4.600 personas entre heridas y asesinadas. La magnitud de esta respuesta fue tal que luego de la masacre el propio Gapón denunció al zar y llamó a la “insurrección armada”. El zar Nicolás II fue desde entonces apodado “el sanguinario”. Esa misma noche los obreros se organizan y recorren la ciudad en busca de armas.
El movimiento se extiende rápidamente. Al día siguiente aparecen barricadas en San Petersburgo y el día 17 de enero, 160.000 trabajadores fueron a la huelga en 650 fábricas. La solidaridad crecía en todo el país. Tan sólo en el mes de enero hubo 400.000 huelguistas a nivel nacional. El día 13, en Riga, 60.000 trabajadores organizan una huelga política y unos 15.000 copan las calles en una marcha de protesta. En la región del Cáucaso, el día 12 se inicia una huelga ferroviaria y alcanza carácter nacional. Lenin escribía poco después desde el exilio en Suiza: “La clase obrera ha recibido una gran lección de guerra civil; la educación revolucionaria del proletariado ha avanzado en un día como no hubiera podido hacerlo en meses y años de vida monótona, cotidiana, de opresión. El lema de “¡libertad o muerte!” del heroico proletariado peterburgués repercute ahora en toda Rusia”.
Ante las manifestaciones obreras, el zar respondió nombrando a un burócrata conservador en reemplazo del ministro liberal Svyatopolk-Mirsky y dando poderes ilimitados al represor general Trépov. Pero a su vez debió publicar un manifiesto refiriéndose indirectamente a la necesidad de una constitución y de un órgano de representación popular. Poco después, con el fin de conciliar con la burguesía liberal y frenar el movimiento, impulsa la Comisión Shidlovski, con el objetivo de “investigar las causas del descontento entre las masas”. Los bolcheviques discutieron cual posición debían tomar frente a esta comisión y finalmente decidieron utilizarla como “tribuna” para desenmascarar la maniobra del zarismo, táctica que se demostró correcta, ante la falta de respuestas que dio el régimen a las masas.
lunes, 14 de marzo de 2011
La Revolucion Gloriosa O la septembrina.
MIRAD ESTO!!
Revolución de Septiembre de 1868 (la Gloriosa)
Proceso revolucionario liberal acontecido en España en 1868 y que tuvo como primera consecuencia el
derrocamiento de la reina Isabel II. La Revolución estalló el 17 de septiembre en Cádiz.
La crisis política del reinado de Isabel II había aparecido mucho antes del estallido revolucionario. El sistema
político del momento se basaba en una Constitución, la de 1845, de carácter conservador. El problema radicaba
en que la Constitución no se cumplía por la continua ingerencia de la Corona. A esto se sumaba la clara
preferencia de la reina por el partido moderado, al que favorecía descaradamente, despreciando la opinión de los
electores. Debido a ello, los progresistas se veían abocados a acceder al poder a través de continuos
pronunciamientos y golpes militares (en el verano de 1864, en abril de 1865 y en enero y junio de 1866), todos
ellos reducidos por el gobierno, pero que crearon un clima de inestabilidad continuo.
La revolución de 1854 permitió la aparición de un tercer partido, la Unión Liberal del general Leopoldo O'Donnell,
que trataba de aglutinar a ambos partidos, pero que fracasó en el intento debido a la gran distancia que los
separaba. En 1868, el partido moderado, tras veinte años en el gobierno, estaba totalmente desgastado y
desprestigiado por los escándalos que se habían sucedido durante ese tiempo.
El ejército, en el que habían ingresado elementos de la media y la baja burguesía, desempeñó un papel
fundamental en la organización y dirección de los primeros momentos revolucionarios. De igual manera, la
creciente proletarización de los pequeños artesanos y del elemento campesino, mayoritario en el tejido
económico del país, ostentó un papel fundamental en el alzamiento.
La Revolución se originó como un clásico pronunciamiento militar desencadenado por la burguesía pero, a
diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones, esta vez se produjo una adhesión profunda del pueblo, descontento
por la crisis agrícola y las malas condiciones de vida; la fuerte crisis comercial y económica que se arrastraba
desde 1866 debido al incremento de la especulación, al abuso del crédito y a la escasez de dinero real había
llevado a los banqueros al borde de la banca rota, a los industriales al borde de la quiebra, a los ahorradores al
descontento al ver como sus ahorros cada vez tenían menos valor e incluso había afectado a los propietarios de
tierras, que veían como éstas se depreciaban continuamente.
El 12 de septiembre de 1868 Prim, Zorrilla y Sagasta se dirigieron a Gibraltar, mientras que Serrano abandonaba
el exilio canario rumbo a la península. El 17 Prim se trasladó a Cádiz, donde el Almirante Topete se había
sublevado con la escuadra gaditana bajo el grito de ¡Viva España con honra!, dando con ello inicio a La Gloriosa.
Dos días más tarde llegaron los generales unionistas y algunos líderes civiles como Sagasta. Prim se hizo cargo
de la situación y nombró una Junta revolucionaria que pasó a controlar la ciudad de Cádiz. La Junta proclamó un manifiesto con los principios básicos de la sublevación: sufragio universal, libertad de imprenta, abolición de la
pena de muerte, de las quintas, supresión del impuesto de consumos y elección de unas Cortes constituyentes
con el objetivo de decretar una nueva Constitución.
Serrano y Prim se hicieron cargo de la organización militar; Serrano ocupó Sevilla y Málaga, Almería y Cartagena
se sublevaron; mientras, Prim al mando de tres fragatas se dirigía por el Mediterráneo hasta Cataluña. La
revolución se extendió por toda la península. Desde Andalucía marcharon
hacia Madrid, mientras las fuerzas leales a Isabel II, mandadas por el
marqués de Novaliches, se organizaron en la capital y salieron al encuentro
del ejército revolucionario. Ambas fuerzas se encontraron el día 27 en las
cercanías de Córdoba, sobre el puente de Alcolea. La habilidad militar de
Serrano decidió el combate en favor de los sublevados, con lo cual el camino
hacia Madrid quedaba libre de todo obstáculo. A partir de ese momento y a
lo largo y ancho de la geografía española surgieron innumerables Juntas
provisionales revolucionarias cuyos componentes excitaban al pueblo a la
revuelta con consignas radicales destinadas a conseguir la más amplia
movilización posible. En Madrid, y tras varias crisis fugaces, el general
Concha se declaró neutral en el conflicto y entregó el poder a la Junta
revolucionaria, que ya se había formado, con lo que Isabel II, que veraneaba
en Lequeitio, se exilió en Francia el 30 de septiembre sin renunciar a la
corona. A principios de octubre se constituyó en Madrid un gobierno provisional
dirigido por Serrano y en el que Prim ocupaba el ministerio de Guerra,
Topete el de Marina, Zorrilla el de Fomento y Sagasta el de Gobernación. La primera medida de este gobierno
fue eliminar las diferentes juntas revolucionarias surgidas por toda la geografía nacional y centralizar el poder en
Madrid. El gobierno provisional tuvo que enfrentarse con la grave complicación de la insurrección cubana, el grito
de Yara, que surgió como reacción contra la inadecuada política colonial de los gobiernos isabelinos y que inició
la larga guerra de los Diez Años. El segundo paso importante del gobierno fue el de integrar en el mismo a las
diferentes fuerzas que habían tomado parte en la Revolución: los demócratas, de los que se escindieron los
republicanos, los unionistas y los progresistas. De acuerdo con las ideas democráticas de soberanía nacional
expresadas en unas Cortes Constituyentes elegidas por sufragio universal, se decidió con la oposición de los
republicanos la constitución de España como una monarquía parlamentaria, para lo que era necesario la
búsqueda de un rey que ocupase la vacante corona. Esta tarea se le encomendó a Prim, que tras un largo
proceso encontró al candidato en la figura de Amadeo I de Saboya Tras la Revolución, el ambiente en ciudades y pueblos era de plena euforia pacífica, apenas hubo sucesos
violentos. Todo el mundo mostraba una ilimitada esperanza en la nueva situación y un optimismo utópico en que
por fin se realizarían las grandes ilusiones del pueblo en busca de mejores y más justas condiciones de vida. El
apoyo popular a la gloriosa revolución fue inmenso y marcó el inicio de la toma de conciencia de una forma clara
de sus razones y de su fuerza, de tal manera que la cuestión social, hasta entonces mero objeto de curiosidad
filantrópica o de caridad religiosa, comenzó a convertirse en el problema social.
Revolución de Septiembre de 1868 (la Gloriosa)
Proceso revolucionario liberal acontecido en España en 1868 y que tuvo como primera consecuencia el
derrocamiento de la reina Isabel II. La Revolución estalló el 17 de septiembre en Cádiz.
La crisis política del reinado de Isabel II había aparecido mucho antes del estallido revolucionario. El sistema
político del momento se basaba en una Constitución, la de 1845, de carácter conservador. El problema radicaba
en que la Constitución no se cumplía por la continua ingerencia de la Corona. A esto se sumaba la clara
preferencia de la reina por el partido moderado, al que favorecía descaradamente, despreciando la opinión de los
electores. Debido a ello, los progresistas se veían abocados a acceder al poder a través de continuos
pronunciamientos y golpes militares (en el verano de 1864, en abril de 1865 y en enero y junio de 1866), todos
ellos reducidos por el gobierno, pero que crearon un clima de inestabilidad continuo.
La revolución de 1854 permitió la aparición de un tercer partido, la Unión Liberal del general Leopoldo O'Donnell,
que trataba de aglutinar a ambos partidos, pero que fracasó en el intento debido a la gran distancia que los
separaba. En 1868, el partido moderado, tras veinte años en el gobierno, estaba totalmente desgastado y
desprestigiado por los escándalos que se habían sucedido durante ese tiempo.
El ejército, en el que habían ingresado elementos de la media y la baja burguesía, desempeñó un papel
fundamental en la organización y dirección de los primeros momentos revolucionarios. De igual manera, la
creciente proletarización de los pequeños artesanos y del elemento campesino, mayoritario en el tejido
económico del país, ostentó un papel fundamental en el alzamiento.
La Revolución se originó como un clásico pronunciamiento militar desencadenado por la burguesía pero, a
diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones, esta vez se produjo una adhesión profunda del pueblo, descontento
por la crisis agrícola y las malas condiciones de vida; la fuerte crisis comercial y económica que se arrastraba
desde 1866 debido al incremento de la especulación, al abuso del crédito y a la escasez de dinero real había
llevado a los banqueros al borde de la banca rota, a los industriales al borde de la quiebra, a los ahorradores al
descontento al ver como sus ahorros cada vez tenían menos valor e incluso había afectado a los propietarios de
tierras, que veían como éstas se depreciaban continuamente.
El 12 de septiembre de 1868 Prim, Zorrilla y Sagasta se dirigieron a Gibraltar, mientras que Serrano abandonaba
el exilio canario rumbo a la península. El 17 Prim se trasladó a Cádiz, donde el Almirante Topete se había
sublevado con la escuadra gaditana bajo el grito de ¡Viva España con honra!, dando con ello inicio a La Gloriosa.
Dos días más tarde llegaron los generales unionistas y algunos líderes civiles como Sagasta. Prim se hizo cargo
de la situación y nombró una Junta revolucionaria que pasó a controlar la ciudad de Cádiz. La Junta proclamó un manifiesto con los principios básicos de la sublevación: sufragio universal, libertad de imprenta, abolición de la
pena de muerte, de las quintas, supresión del impuesto de consumos y elección de unas Cortes constituyentes
con el objetivo de decretar una nueva Constitución.
Serrano y Prim se hicieron cargo de la organización militar; Serrano ocupó Sevilla y Málaga, Almería y Cartagena
se sublevaron; mientras, Prim al mando de tres fragatas se dirigía por el Mediterráneo hasta Cataluña. La
revolución se extendió por toda la península. Desde Andalucía marcharon
hacia Madrid, mientras las fuerzas leales a Isabel II, mandadas por el
marqués de Novaliches, se organizaron en la capital y salieron al encuentro
del ejército revolucionario. Ambas fuerzas se encontraron el día 27 en las
cercanías de Córdoba, sobre el puente de Alcolea. La habilidad militar de
Serrano decidió el combate en favor de los sublevados, con lo cual el camino
hacia Madrid quedaba libre de todo obstáculo. A partir de ese momento y a
lo largo y ancho de la geografía española surgieron innumerables Juntas
provisionales revolucionarias cuyos componentes excitaban al pueblo a la
revuelta con consignas radicales destinadas a conseguir la más amplia
movilización posible. En Madrid, y tras varias crisis fugaces, el general
Concha se declaró neutral en el conflicto y entregó el poder a la Junta
revolucionaria, que ya se había formado, con lo que Isabel II, que veraneaba
en Lequeitio, se exilió en Francia el 30 de septiembre sin renunciar a la
corona. A principios de octubre se constituyó en Madrid un gobierno provisional
dirigido por Serrano y en el que Prim ocupaba el ministerio de Guerra,
Topete el de Marina, Zorrilla el de Fomento y Sagasta el de Gobernación. La primera medida de este gobierno
fue eliminar las diferentes juntas revolucionarias surgidas por toda la geografía nacional y centralizar el poder en
Madrid. El gobierno provisional tuvo que enfrentarse con la grave complicación de la insurrección cubana, el grito
de Yara, que surgió como reacción contra la inadecuada política colonial de los gobiernos isabelinos y que inició
la larga guerra de los Diez Años. El segundo paso importante del gobierno fue el de integrar en el mismo a las
diferentes fuerzas que habían tomado parte en la Revolución: los demócratas, de los que se escindieron los
republicanos, los unionistas y los progresistas. De acuerdo con las ideas democráticas de soberanía nacional
expresadas en unas Cortes Constituyentes elegidas por sufragio universal, se decidió con la oposición de los
republicanos la constitución de España como una monarquía parlamentaria, para lo que era necesario la
búsqueda de un rey que ocupase la vacante corona. Esta tarea se le encomendó a Prim, que tras un largo
proceso encontró al candidato en la figura de Amadeo I de Saboya Tras la Revolución, el ambiente en ciudades y pueblos era de plena euforia pacífica, apenas hubo sucesos
violentos. Todo el mundo mostraba una ilimitada esperanza en la nueva situación y un optimismo utópico en que
por fin se realizarían las grandes ilusiones del pueblo en busca de mejores y más justas condiciones de vida. El
apoyo popular a la gloriosa revolución fue inmenso y marcó el inicio de la toma de conciencia de una forma clara
de sus razones y de su fuerza, de tal manera que la cuestión social, hasta entonces mero objeto de curiosidad
filantrópica o de caridad religiosa, comenzó a convertirse en el problema social.
El sistema Norfolk En siglo XVIII
MIRAD ESTO!!
El Sistema Norfolk
Charles Townshend, vizconde Townshend; Raynham, Norfolk (1674-1738). Político británico, miembro del partido de los wighs, fue canciller de Asuntos Exteriores (1714-1716 y 1721-1730). En 1725 firmó el Tratado de Hannover con Francia y Prusia. Introductor del sistema neerlandés de rotación de cultivos (trigo-nabos-cebada-forraje), fue conocido como "lord Turnip" (lord Nabo).
La introducción del sistema Norfolk allí donde se produjo eliminó el barbecho, mediante la introducción de plantas forrajeras y la conveniente rotación de cultivos. Supuso la estabulación del ganado (alimentado con los forrajes) y, junto con la mejora del utillaje agrícola (aún no mecanizado), permitió un incremento, tanto de los rendimientosde la tierra como de su producción.
El Sistema Norfolk
Charles Townshend, vizconde Townshend; Raynham, Norfolk (1674-1738). Político británico, miembro del partido de los wighs, fue canciller de Asuntos Exteriores (1714-1716 y 1721-1730). En 1725 firmó el Tratado de Hannover con Francia y Prusia. Introductor del sistema neerlandés de rotación de cultivos (trigo-nabos-cebada-forraje), fue conocido como "lord Turnip" (lord Nabo).
La introducción del sistema Norfolk allí donde se produjo eliminó el barbecho, mediante la introducción de plantas forrajeras y la conveniente rotación de cultivos. Supuso la estabulación del ganado (alimentado con los forrajes) y, junto con la mejora del utillaje agrícola (aún no mecanizado), permitió un incremento, tanto de los rendimientosde la tierra como de su producción.
Consecuencias de la Revolución agrícola
Destacan las siguientes:
Destacan las siguientes:
- El crecimiento de sobrantes alimentarios necesarios para satisfacer la fuerte demanda de una población en alza.
- La disponibilidad de excedentes de mano de obra sobrante del agro, fundamental para satisfacer las crecientes necesidades de una industria urbana en desarrollo.
- El incremento de los beneficios de los propietarios de tierras, parte de los cuales se invirtieron en las primeras fábricas modernas.
Las enclosure acts en el Siglo XVIII
MIRAD ESTO!!

Los campos abiertos (open fields) eran explotados colectivamente porpequeños agricultores que hubieron de abandonarlos por cuanto sus derechos basados en la tradición no fueron respetados por las nuevas leyes. Se trataba de parcelas de tierra a las que los paisanos tenían acceso, pero sin ostentar la titularidad de propietarios. Estaban dispersas en franjas de terreno desconectadas entre sí y abiertas a la entrada del ganado. Losrendimientos de estas tierras eran muy bajos y su función económica estaba orientada a la supervivencia. En muchas áreas de Europa, por ejemplo en Inglaterra, este sistema era muy utilizado.
Las "Enclosures acts"
Las "Enclosures" o cercado de los campos abiertos fueron puestas en práctica en Inglaterra tras la aplicación de las "Leyes de cercamiento"(Enclosure Acts) que establecían "la división, el reparto y el cercamiento de los campos, praderas y dehesas abiertas y comunes y de las tierras baldías y comunes"situadas en cada demarcación territorial.

Los campos abiertos (open fields) eran explotados colectivamente porpequeños agricultores que hubieron de abandonarlos por cuanto sus derechos basados en la tradición no fueron respetados por las nuevas leyes. Se trataba de parcelas de tierra a las que los paisanos tenían acceso, pero sin ostentar la titularidad de propietarios. Estaban dispersas en franjas de terreno desconectadas entre sí y abiertas a la entrada del ganado. Losrendimientos de estas tierras eran muy bajos y su función económica estaba orientada a la supervivencia. En muchas áreas de Europa, por ejemplo en Inglaterra, este sistema era muy utilizado.
Las leyes de cercamiento supusieron la sustitución de los derechos comunales por los de propiedad privada. Las parcelas antes dispersas pasaron a ser propiedad de particulares, agrupadas y cerradas mediante vallas. En ellas se aplicaron las mejores técnicas agrícolas del momento(rotación de cultivos, drenaje de suelos, empleo de nuevos abonos, etc).
Los campesinos desposeídos hubieron de desplazarse a las ciudades en busca de sustento o a convertirse en jornaleros. Con ello la actividad agrícola dejó de ser un bien heredado y destinado a la subsistencia para convertirse en una empresa regida por las leyes del mercado, orientada al logro de beneficios y ejercida por asalariados. Los cercamientos contribuyeron a:
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